martes, noviembre 30, 2004

Encuentro cumbre

VEAN LA FOTO DE UN TIPO QUE SABE

Una de las bandas más populares del país devolvió a los escenarios al músico radicado en España, que no actuaba desde hacía cinco años.

MENDOZA.- Anteanoche, en el estadio de Independiente Rivadavia de esta ciudad, ocurrieron dos nuevos hitos para el manual histórico del rock local.
Uno: a veinte años de su debut solista, Andrés Calamaro volvió a los escenarios argentinos (que no pisaba desde 1999) y cantó por primera vez, ante 15 mil jóvenes, dos de las canciones de su último álbum, "El cantante".
Dos: Bersuit Vergarabat cerró el año en el que se recibieron de argentinólogos con un concierto devenido fiesta popular, que pocos olvidarán en esta provincia y que fue registrado por 15 cámaras para la realización de su primer DVD.
"Allá en los años 90 presentó a la Bersuit, y hoy, después de mucho tiempo sin subirse a un escenario, lo devolvemos: nuestro padrino, Andrés Calamaro." Con pelo corto, patillas que pintan canas, muy saludable y notablemente emocionado, el músico radicado en España se reencontró con el público argentino y descubrió de qué se trataba eso que él mismo definió un par de días atrás como "el pueblo al palo".
Sentado en un piano en el centro del escenario, Calamaro cantó "creo que todos buscamos lo mismo/ no sabemos muy bien qué es ni dónde está/ oímos hablar de la hermana más hermosa/ que se busca y no se puede encontrar". Los versos del tema "La libertad", en la misma tierra donde San Martín inició la campaña libertadora del continente, sonaron más precisos que nunca. Pegadito, a dúo con Cordera, entonaron "Estadio Azteca". El público los ovacionó y se estrecharon en un largo abrazo, en el que Calamaro tuvo que aguantar las lágrimas. La voz de la Bersuit y el bajista Pepe Céspedes acompañaron al ilustre invitado por una pasarela y ahí, en el set armado en el medio del estadio, bien cerca de la gente, Andrés arremetió con el hit bersuitero "Mi caramelo". Emocionado, apenas pudo decir "gracias", saludó y se retiró. Pero sobre el final hubo más. Andrés se sumó con su guitarra en el doblete arrasador de "Yo tomo" y "La bolsa", con una sonrisa de oreja a oreja que confirmó que los días en los que aseguraba con vehemencia aquello de que no quería tocar más en vivo han quedado en el pasado.
Hace una semana, pocos hubieran presagiado este encuentro cumbre: una de las bandas más populares del momento junto al cantante maldito, que se recluyó en las afueras de Madrid, en el campo, para desintoxicarse. Pero, es sabido, nada es casualidad. Mientras Bersuit se erigió en esta década como ideólogo del ser nacional, en los últimos diez años, Andrés Calamaro se sumó a fuerza de mil y una canciones a la "santa trilogía solista del rock argentino" (Luis Alberto Spinetta, Charly García y Fito Páez). Por eso, Bersuit y Calamaro ya son sinónimo de la Argentina o, mejor aún, de argentinidad.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Qué groso, me emocioné leyendo esto, y siento una envidia furiosa por los mendocinos que presenciaron la vuelta del Grande a los escenarios argentinos.
Loco si toca de nuevo en Jujuy vamos??

Javier

10:38 a. m.  
Blogger GeekO said...

Que haces loco?!?!?!
ME acabo de enterar por parte de Leo que hiciste un blog. Bienvenido al mundo Blogger!!! espero seas más constante que yo al postear, el mío solo tiene 3 meses y ya no se que poner! jaja
no tenia la menor idea de que escribías poemas. es poco usual encontrar informáticos con una parte artística/espiritual.
Saludos.
Pablo

1:43 a. m.  

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